No llego a todo.

Esa sensación que tienes cuando va pasando el día y te das cuenta de que se te acumulan las tareas y que no te va a dar tiempo a todo.

Ese momento de desesperación en el que tienes que hacer ocho cosas diferentes, aunque sólo tienes tiempo para hacer una (o ninguna). Ese momento en el que lo único en lo que piensas es en que ¡NO PUEDO CON TODO!

Pues bien, voy a compartir contigo una revelación. Es cierto, no puedes con todo. Por lo menos no tal y como lo estás enfocando.

Desde la obligación, la culpa, el castigo, la sensación de fracaso cada vez que no lo consigues. En definitiva, desde un nivel de EXIGENCIA BRUTAL, que lo único que provoca es esa sensación de incapacidad, malestar y ESTRÉS PERMANENTE.

Ya está, ya lo hemos dicho. Ahora libérate, deja marchar esa sensación que te llena la cabaza de pensamientos, pensamientos y más pensamientos. No te agarres más a ellos, deja que se vayan, suéltalos con amabilidad, sin juicio. Y después de hacer esto, simplemente, RESPIRA.

¿A qué parece que llevabas tiempo sin respirar de verdad? En realidad, no lo parece, era así. Y si no respiras bien, profundo, la sensación de agobio aumenta. Ahora, lo que has hecho es tomar consciencia de lo que está ocurriendo en tu cuerpo y en tu mente. Y ya que has hecho esto, fíjate de nuevo en tu respiración, no dejes de hacerlo. De nuevo, RESPIRA profundamente.

Una clave para empezar a vivir el día a día de una manera diferente, para disminuir la sensación constante de estrés y ansiedad es parar.

Puede que en este momento estés pensando, ¿cómo parar me va ha ayudar si no tengo tiempo? Es lógico. Igual todavía no sabes que la vida consciente hace que seas más eficaz y eficiente, mientras las sensaciones de bienestar y equilibrio en tu vida aumentan.

Y para eso, vamos a hablar de dos cualidades a cultivar:

• La “Auto-observación”: Empieza a mirar dentro de ti. Comienza este camino que tiene que ver con saber más de ti, con darte cuenta de qué está sucediendo y dejar de vivir en piloto automático (ya hablaremos más adelante del piloto automático). Date cuanta de cómo están tu mente y tu cuerpo en cada momento.
• Disfruta del camino: no centres tus expectativas sólo en los objetivos. Disfruta de recorrer el camino y de todo lo que sucede durante. De esta manera estarás más en el presente y serás más feliz.

Y sobre todo NO TE OLVIDES DE RESPIRAR, PERO NO RESPIRES PARA SOBREVIVIR, RESPIRA PARA VIVIR.